Sala: Palau de les Arts Reina Sofia, Valencia

Àlex Ollé ofrece un buen espectáculo visual para una producción que falla en construir el imprescindible nivel de tensión musical.  

La Orquestra de València demostró su excelente nivel con una magnífica versión de la compleja Sinfonía Turangalîla con Sylvain Cambreling en la dirección.

Javier Perianes y Gustavo Gimento mostraron sus respectivas personalidades artísticas a la par que se complementaron a la perfección con obras de Mozart y Brahms.

La notable ópera de Janáček cobra vida en un entorno industrial ideado por Katie Mitchell, mientras Gustavo Gimeno dirige meticulosamente desde el foso la Orquestra de la Comunitat Valenciana.

La Orquestra de València programó Ramifications de Ligeti, la cual, aun muy bien interpretada, deslució frente al peso de una contrastada Séptima de Bruckner.

Un producción que, aunque cuenta con escenas magníficamente cantadas, resulta entorpecida por elementos escénicos y musicales con escaso acierto dramático.

La opresión y el desasosiego de la obra de Jamie Man se extienden desde el escenario hasta el patio de butacas envolviendo todo en una densa niebla de turbación.

Mark Elder cerró la temporada del Palau de les Arts al frente de la Orquestra de la Comunitat Valenciana con dos obras contrapuestas en su concepción de las que cernió sus sonoridades más auténticas.